21.8.13

sparks, vuelvo a escribirte, viejo amigo


Viernes, 16 de Agosto 2013

Hoy hace tres meses que dejó de hablarme. Por lo tanto, yo también dejé de hacerlo. ¿Sabes? Le echo de menos. Mentiría como una bellaca si te confesara que no le extraño por las noches, con su mano en mi cintura y su respiración en mi espalda, en mi cuello, ver sus preciosos ojos verdes a primera hora de la mañana y su encantadora sonrisa. No nos olvidemos de los hoyuelos.
¿Hay algo que no extrañe de él?


Miércoles, 16 Septiembre 2013

Las cosas siguen igual. Yo le extraño más que nunca y paso los días esperando a que aparezca, sin más. Sin explicación alguna. Tampoco me haría falta. Lo necesito a él. Junto a mí. No importa qué pueda decir o qué haya dicho. La última vez se me olvidó comentar sobre su aterciopelada y ronca voz. No hay ninguna otra vez que se le pueda parecer, siquiera un poco.
¿Qué tiene su voz que ninguna otra se compara?


Domingo, 16 Diciembre 2013

¡A la mierda con todo! ¡No puedo más! Hace un par de días le vi paseando. Él iba de la mano de una chica. Se les veía contentos, como si de algún modo fuese totalmente feliz teniéndola a ella en su vida. Cuando pensaba que las cosas empezaban a ir mejor, muy poco a poco aparece él con su espléndida forma de ser y me hace desencajar cualquier pensamiento. No creo ser capaz de volver a verle y controlarme. Ahora todo es peor. Se multiplica y es como si tuviese su nombre escrito en mi frente. Como si, de algún modo, yo supiese que alguien se está riendo al verme.
¿Por qué no le escribí cuando valió la pena? ¿Por qué lo di por perdido?

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