Recuerda solo los buenos momentos a tu lado

Amistades que se habían guardado un gran hueco en mi corazón desaparecieron como de la noche a la mañana, y aún puedo recordar momentos que me traen nostalgia. Compartí muchos días junto a risas y carcajadas, también junto a secretos y poco a poco fui depositando grandes porciones de confianza y amor en cada una de esas personas. En ese entonces creía que la amistad era efímera. Ahora veo aquellos momentos borrosos y parece que siguen en algún hueco de mi corazón, por muy pequeño que sea. Amistades en las que deposité muchos sentimientos de diferente manera, y en las que en ese entonces no me arrepentí de nada. Compartí noches junto a lágrimas y de más está decir que compartí días que me aportaron mucha felicidad. Creía haber encontrado a esas personas que me aceptaban con mis defectos, y que me querían junto a mis días de lágrimas y junto a mis días de sonrisas. Abracé a la felicidad más de dos veces. Derroché millones de emociones en simples agradecimientos al tener a esas personas a mi lado, y al creer que ahí estarían siempre. Porque así es como me sentía en ese entonces, afortunada de tener a esas amistades en mi vida. Después de un tiempo vinieron las lágrimas, las decepciones, y los millones de recuerdos. Lo pasé mal. Alguna de aquellas amistades no me afectaron tanto como pensé, y algunas otras me afectaron más de lo que creía, pero gracias a ello supe valorar el verdadero significado de la amistad. Así que aquí estoy, viajando al pasado y recordando miles de momentos junto a personas que fueron mucho para mí y que ahora ya no están a mi lado. Me gustaría pensar con total claridad que tú si estarás a mi lado a pesar del tiempo, a pesar de la distancia, y a pesar de las circunstancias que se nos presenten. Nada me haría más feliz que el hecho de tenerte junto a mí, y puedes estar segura de ello.

Tú mejor que ninguna otra persona sabes lo mal que lo pasé tras las decepciones de esas amistades, porque tú eras la única a la que podía abrir mi corazón sin miedo al rechazo, o al abandono. Tú estuviste a mi lado y puedo decir que aún lo sigues estando. El hecho de haber perdido a amistades me ha hecho darme cuenta de algo, y es que la vida siempre te lo enseña todo, aunque eres tú la que aprende a base de emociones. Y es que no sé cuanto tiempo más seguirás a mi lado, ni cuanto tiempo seguiré formando parte de tu vida. Ojalá fuera cierto aquello que dicen que las verdaderas amistades permanecen siempre unidas, aunque tú mejor que nadie sabes que a mí todo lo que conlleve un juramento o una promesa de tiempo largo me aterra. No sé cuantas sonrisas más podré compartir contigo, ni cuantas lágrimas verás derramadas en mis mejillas. Tampoco sé cuantos abrazos recibiré tuyos, esos que tanto me han ayudado incluso cuando yo creía estar bien. No puedo saber cuanto durará nuestra promesa, esa promesa que hemos dicho varias veces, y la que todavía sigues cumpliendo al estar juntas. Pero solo deseo que dure mucho más de lo que tú y yo creemos. Y es justo en este momento en el que recuerdo aquel juramento que pactamos entre risas y sonrisas sinceras. Tú y yo ante cualquier problema, ante cualquiera que nos quisiera distanciar. Tú y yo juntas. ¿Recuerdas aquel día en el que dijimos de hacernos el tatuaje con el nombre de la otra persona? Teníamos que seguir unidas teniendo veinte años, pero me gustaría que sepas algo. Aunque llegue el día en el que mire a mi lado y tú no estés, aunque llegue el momento en el que tú busques mi mirada y no la veas, aunque llegue esa etapa en la que no nos tengamos la una a la otra, no me hará falta tener tus iniciales ni tu nombre tatuado en mi piel, porque ya dejaste tu presencia y tus recuerdos en mi corazón.

"Cuando llegue el día en el que recuerdes el pasado y mi presencia te venga a la mente, solo te pido que olvides lo malo. Recuerda solo los buenos momentos a tu lado."